OJO DE PEZ
- Dahiana Jaime
- 21 dic 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 24 dic 2022
Esta obra me enseño a confiar en las decisiones aunque que creas que fueron malas, sin esas decisiones malas no habría llegado al resultado final el cual quede profundamente enamorada. Siempre había deseado pintar un pez y este es el primero de mi obra. Empece a planificar la creación desde la obra que deseaba pintar, ver referencias, escoger el tamaño del lienzo, escoger el material aso como planificar en mi mente un mapa de ideas de colores el cual iba a ser la paleta de colores del pez y el fondo, realmente cuando llego a este punto siempre me encuentro un poco confundida, ya que sé que en el camino puede ocurrir algunos cambios de decisiones. Acomodo el batidor y el caballete para buscar un lápiz para así empezar el proceso.
Trazar las primeras líneas para crear las decisiones finales sobre la proporción del diseño en el lienzo. Decido escoger pintar con la técnica de acrílico así empiezo a fondear la pintura con una gama de azules, para que me sea de gran ayuda a la hora de pintar el pescado, pero te preguntaras como será posible, pues al colocar el fondo primero me ayuda a ver tangiblemente y no más imaginativamente, de esta maneja empiezo a ver con más claridad los colores que deben de ir en el pes.
En algún punto del proceso, me aburro y empezóa jugar con mis dedos y el material convirtiéndose en un acto de entrega mutua.
Recuerdan que ya había planificado todo el proceso materiales colores y texturas, bueno cuando empiezo a pintar el ojo, al terminar la textura planificada, decido cambiar de opinión rotundamente, y borro todo en ese momento, entro en un estado de confusión, desilusión personal al cambiar completamente el plan y encontrarme en medio de paredes blancas en mi imaginación. Decido abandonarlo y tomarme un tiempo de paz interior, pasa aproximadamente una semana hasta que hago las paces con el pescado y le digo bueno vamos a empezar de nuevo. En mi mente empieza a crear algunas ideas y encuentro la inspiración, agarro el pincel con furor y empiezo pintar el ojo, cada que pintaba un color se agregaba texturas, empece a enamorarme de mi pez, en ese momento de reconciliación entendí que siempre debemos de confiar en los procesos, que a veces debemos tomar un tiempo para pensar y regresar con la mente tranquila para así poder ver mejor yllegar a los resultados que esperas tener en tus proyectos.
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